*Constituida por apicultores y empresas del sector, aspira a ser una organización profesional de referencia con interlocución ante las administraciones públicas de toda España, en defensa de la apicultura, las abejas y su beneficio medioambiental
*La primera acción inmediata y prioritaria de la asociación es conseguir la anulación del decreto de la “pinyolà” en la Comunitat Valenciana, por estar desfasado y obstaculizar la actividad apícola, la pervivencia de las abejas y la polinización en las zonas citrícolas
*LA ABEJA ES VIDA participó activamente en la protesta apícola del pasado 6 de noviembre en Valencia y prepara movilizaciones en contra del decreto de la “pinyolà”, para que no se prorrogue en 2021, tras 27 años de vigencia
LA ABEJA ES VIDA es una asociación nacional de apicultores creada para unir al sector y salvarlo de la amenaza de desaparición. Una organización profesional para representar al sector, en defensa de las abejas, la miel y la actividad apícola. Una entidad sin ánimo de lucro que quiere ser interlocutora ante las administraciones públicas, en defensa de las abejas, la polinización natural y su papel medioambiental.
Presidida por Alejandro Boronat, la asociación aglutina ya decenas de apicultores de toda España, inicia ahora una campaña de captación de socios y prepara un calendario de movilizaciones en contra del decreto de la “pinyolà”, en vigor desde 1993: “Nuestra primera reivindicación, por urgencia, es el fin de la norma de la “pinyolà”, que en marzo de 2021 podría prorrogarse de nuevo y es la amenaza de muerte a las abejas en la Comunidad Valenciana. El sector citrícola ha cambiado mucho desde entonces y ya no tiene sentido prohibir las colmenas para combatir la polinización cruzada. Está perjudicando no solo a los apicultores y a la miel de Valencia, también a agricultores que quieren polinización natural y a los productores de aguacate”.
Los principales promotores de LA ABEJA ES VIDA son apicultores de la Comunidad Valenciana, pero la asociación tiene ámbito nacional y pretende ser una plataforma representativa únicamente de su sector, a diferencia de las asociaciones agrarias y ganaderas, con las que va a colaborar activamente. De hecho, esta entidad se movilizó el pasado 6 de noviembre en la protesta apícola que recorrió las calles de Valencia, en una convocatoria de las asociaciones agrarias que reunió 700 manifestantes con 400 camiones. Y prepara un calendario de protestas contra el decreto de la “pinyolà” hasta el próximo marzo, además de promover una recogida de firmas en contra de la normativa.
La nueva asociación se muestra esperanzada ante los rumores de la retirada en trámite parlamentario de las Cortes Valenciana del artículo que preveía sanciones de hasta 60.000 euros para la instalación de colmenas en zonas citrícolas prohibidas. Un artículo que modifica la Ley de Ganadería, que los grupos parlamentarios al parecer han acordado retirar y que LA ABEJA ES VIDA considera “la puntilla para la supervivencia de la miel de azahar y de la apicultura en buena parte de la Comunidad Valenciana”.
En defensa de la polinización natural
El presidente de LA ABEJA ES VIDA, explica que “en toda Europa se está potenciando la polinización natural, como un beneficio evidente para la agricultura y los ecosistemas naturales, mientras que en España la apicultura se encuentra perseguida por la legislación”. Considera el caso de la “pinyolà” emblemático y prioritario por su urgencia: “Es un problema que creó la plantación indiscriminada de variedades híbridas, pero la citricultura hoy ha cambiado y no tiene sentido 27 años después seguir persiguiendo al apicultor como si fuera un delincuente. Hay que encontrar la manera de colaborar con los muchos agricultores que desean la polinización natural y a quienes se está perjudicando. Es la manera de cuidar a las abejas para que cumplan con su función natural y lo que las instituciones deben procurar como política medioambiental”.
Desde ahora hasta marzo de 2021, fecha de vigencia del decreto de la “pinyolà”, LA ABEJA ES VIDA pretende movilizar al sector apícola para la derogación de esta norma autonómica. La asociación considera que la protesta del sector del pasado 6 de noviembre en Valencia demuestra la situación crítica que atraviesa el sector en la Comunidad, donde trabajan cerca de 3.000 apicultores.
En toda España son 24.000 los apicultores profesionales, que se enfrentan también a otros problemas legislativos, como normas autonómicas que limitan la trashumancia o autorizaciones recurrentes al uso de pesticidas, sulfatos y productos químicos, pero además la abeja está amenazada por la contaminación y el cambio climático, y, con ella, su papel polinizador en los ecosistemas naturales. LA ABEJA ES VIDA aboga por la protección de la abeja, de la miel y de la apicultura, como la mejor manera de preservar el Medio Ambiente y de apoyar también un oficio milenario con gran arraigo en las zonas rurales. Una de sus prioridades ante las administraciones públicas será la reivindicación de esta actividad, que puede ser un freno también a la despoblación y una profesión que impulse la economía de las áreas rurales.